Gammagrafía ¿para qué sirve esta prueba diagnóstica?
La gammagrafía ósea, es una prueba útil y común en el diagnóstico y seguimiento de las metástasis óseas.
La semana pasada, en el post que publiqué sobre la interpretación de imágenes, pude ver que la gammagrafía ósea es una de las pruebas que más cuesta comprender, por ello decidí posponer la publicación que tenía prevista para esta semana y escribir sobre la gammagrafía.
Para empezar, y a pesar de que nos enfocaremos en las metástasis, la gammagrafía ósea es muy útil en muchas otras enfermedades óseas como las artritis-artrosis (desgaste de las articulaciones), las infecciones (osteomielitis), fracturas, y en tumores benignos sean adquiridos o congénitos.
La gammagrafía es una prueba de imagen de medicina nuclear en la cual se inyecta un radiotrazador o un radiomarcador por la vena que se distribuye por el cuerpo. Según el metabolismo o actividad de una zona de los huesos en concreto se fija en ese sitio.
Es una prueba muy sensible y capta cambios muy pequeños, para detectar alteraciones del metabolismo del hueso, que no podrían apreciarse de ninguna otra manera. Esta prueba diagnóstica, capta la actividad del hueso que puede aumentar por alguna enfermedad. El hueso, como el cuerpo, tiene un metabolismo basal y va quitando-reparando y depositando hueso constantemente. Cuando hay algún problema como una metástasis, el hueso responde con un aumento de actividad local y eso es lo que detecta la gammagrafía ósea.
Antes de centrarnos en las metástasis, algunos unos ejemplos de la utilidad de la gammagrafía ósea en otras enfermedades, nos serán útiles para entender e interpretar lo que os he explicado hasta ahora.
El primer ejemplo es un paciente con un encondroma, un tumor benigno. El paciente presenta un encondroma en el fémur que a duras penas podemos ver en la radiografía.
La resonancia nos confirma el diagnóstico. Pero es la gammagrafia, donde vemos una mancha gris muy tenue, que nos dice que a pesar del encondroma, este no tiene mucha actividad. Quiere decir que sigue siendo benigno y latente, como dormido. Con lo cual no hay indicación de operarlo de momento.

La imagen de la radiografía vemos las lesiones alrededor de los huesos de la rodilla y como en los controles de gammagrafía con 5 años de diferencia no hay cambios.
También la solicitamos en tumores benignos congénitos como la Enfermedad Exostosante Múltiple, controlando posibles degeneraciones a tumores malignos de las exostosis.
Aquí vemos una primera lesión en el fémur en una paciente con antecedente de cáncer de mama. Tras varios meses de dolor en el muslo y con una radiografía normal se solicita una gammagrafía ósea.
Vemos una mancha negra en el fémur derecho y esto se denomina o lo reportan en los informes como una hipercaptacion, hiperemia, o foco de actividad (FLECHA ROJA).
No os debéis asustar con otras manchas negras que son normales en los estudios como zonas de sobrecarga en artrosis (FLECHAS AMARILLAS) o el mismo radiotrazador siendo eliminado por riñones y vejiga (FLECHAS VERDES).
Su metástasis ósea única en los primeros 4 años era estable, como vemos en el siguiente control donde no se ve aumento de la actividad. Es decir la mancha sigue igual, mismo tono negro, ni más ni menos.
En las siguientes gammagrafías, se puede apreciar como hay una progresión de la enfermedad con aparición de más lesiones tanto en el mismo fémur como en otros huesos.
La gammgrafía ayuda a ver también cuando a pesar de que el número de lesiones es igual, estas pueden aumentar de tamaño o ser más activas como vemos en la siguiente imagen donde una metástasis en el fémur proximal izquierdo progresa.
Se ve mucho más negra y de mayor tamaño. Esto le puede indicar a tu medico que hay que modificar el tratamiento para evitar mayor progresión..
Para finalizar unos puntos prácticos de cuando os pidan una gammagrafía ósea:
Riesgos:
Es una prueba de poco riesgo y a pesar de ser una prueba de exposición a radiación, es menos de la mitad que la de un TAC.
Preparación:
No requiere de ningún tipo de dieta dieta y tampoco hay que estar en ayunas.
Tiempo:
Tras la inyección del radiofarmaco según el tipo de gammagrafía que se te pidió pueden pasar un par de horas, de 2-4, para la realización de la misma.
Procedimiento:
se realiza en una camilla, tumbado, mientras un brazo detector pasa por todo tu cuerpo. Es un procedimiento indoloro.
Duración de la prueba:
Suele tardar 30 minutos aproximadamente.
Después de la prueba casi nunca se presentan síntomas y no tiene efectos secundarios. Si hay algún síntoma como dolor de cabeza o malestar suele ser leve y no suele requerir medicación o atención médica.
Espero que os haya sido útil y aclaratorio, si quedan dudas sobre la gammagrafía, podéis escribirme a info@drrobertovelez.com.
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